domingo, febrero 25, 2007

El medio ambiente en la agenda política mundial y en el accionar artístico / 07


La conciencia en torno a la protección de los recursos naturales de nuestro planeta y con ello el llamado a asumir responsabilidades en torno al daño que la actividad humana ha causado en el medio ambiente empieza su curva ascendente a partir de los años 50 desembocando en el Protocolo de Kyoto, que es hasta ahora el mayor esfuerzo por controlar los niveles de contaminación. La bióloga Rachel Carson (1907-1964) da las primeras señales de alarma en su libro Silent Spring (Primavera Silenciosa), 1962, en el que denuncia el efecto negativo de los pesticidas en el medio ambiente, especialmente en los pájaros, y acusa a la industria química de difundir información engañosa y a la administración pública de quedarse de brazos cruzados. La reacción de las bases se manifiesta en el movimiento ecologista en organizaciones no gubernamentales a nivel local e internacional, como Greenpeace, que se funda en Canada en 1971 y que luego se internacionaliza. Básicamente el movimiento ecologista considera la humanidad como parte de la naturaleza y no como algo diferente; desde ese punto de vista los ecologistas hacen una crítica social y trabajan orientados en la sensibilización de los distintos entes sociales y los gobiernos en la necesidad de mantener el equilibrio entre el ser humano y su entorno.

En este contexto cabe preguntarse cuál ha sido el papel del arte en esta toma de conciencia y si ha desarrollado alguna estética que represente esta corriente. La naturaleza ha estado presente en el arte durante toda su historia, primero como soporte en pinturas rupestres (ejemplos hay muchos); mucho más tarde el pintor flamenco Joachim Patinir  (1480-1524) le da al paisaje un rol protagónico en sus cuadros, temática que de distinta perspectiva han desarrollado pintores posteriores. En la década de los años 60 surge el llamado land art, cuyas raíces se encuentran en el arte minimalista y conceptual. Alan Sonfist es el pionero de esta nueva forma de trabajar con la naturaleza incorporando obras al contexto urbano. Como movimiento, el land art nace en 1968 con la exposición colectiva Earthworks en la galería Dwan de Nueva York. Al año siguiente Willoughby Sharp cura la exposición “Earth Art” que incluía los artistas Walter de Maria, Jan Dibbets, Han Haacke, Michael Heinzer, Neil Jenney, Richard Lond, David Medalla, Robert Morris, Dennis Oppenheim, Robert Smithson y Gunther Uecher. De ellos, Robert Smithson es el que más trabajó en este género; en 1968 publicó su ensayo "The Sedimentation of the Mind: Earth Projects" en el que dice: “la mente humana y la tierra están en un constante estado de erosión, los ríos mentales desgastan las orillas abstractas del río, olas cerebrales socaban acantilados del pensamiento, las ideas se descomponen en piedras de lo desconocido y la cristalización conceptual se divide en depósitos de razones arenosas”



El calentamiento global: el compromiso de disminuir la contaminación



En 1972 la Conferencia de Medio Ambiente Humano de la ONU celebrada en Estocolmo estableció el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP), poniéndo el tema del calentamiento global en la agenda de todos los países. 25 años más tarde, en el marco de la Convención sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas se redactaba el Protocolo de Kyoto, abierto a la firma de los países miembros de la NU desde el 16 de marzo de 1997 al 15 de marzo de 1999. Al cierre, el Protocolo tenía 84 firmas. Faltaba la firma de los países más contaminadores: China, India, Rusia y Estados Unidos. El protocolo es un compromiso para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en un promedio de 5% entre los años 2008 y 2012, en relación con los niveles registrados en 1990. En febrero de 2005 el Protocolo fue ratificado por China, India y Rusia. El 6 de junio de este año 174 países y la Comunidad Económica Europea han ratificado el Protocolo. Estados Unidos y Australia, siguen sin firmar.

Mientras George Bush argumenta que el Protocolo de Kyoto daña la economía de su país el “futuro presidente de los Estados Unidos” Al Gore viaja por el mundo hablando sobre el calentamiento global y gana dos premios Oscar con el documental Una verdad inconveniente. Paradójicamente sólo dos países industrializados no han firmado el Protocolo: Australia y EEUU, el país del que el mismo Gore fue vicepresidente durante la preparación del documento.

En 2005 el artista argentino Daniel Acosta hizo un llamado a los artistas, jóvenes, escritores, científicos y otros a realizar acciones de arte por de la protección del medio ambiente. El llamado no es un gesto espontáneo sino producto de una larga reflexión y de un recorrido por distintos países. La fecha eje de las acciones es el 22 de abril, día internacioanl de la Tierra (fundado por el senador Gaylord Nelson para promover la creación de una agenda ambiental). Más de 100 artistas de distintos países respondieron al llamado.

La convocatoria de Acosta tiene un discurso humanista, advierte sobre la situación de peligro en la que se encuentra el planeta y propone un cambio de conciencia para lanzar un nuevo compromiso artístico que considere la solidaridad entre las personas y la protección al medio ambiente. “Partir de lo singular”, dice su propuesta de Acosta, y usa las cuatro sustancias primordiales: aire, agua, tierra y fuego como fundamento en su reflexión. La unión de estos cuatro elementos en distinta proporción, según Empédocles, daba lugar a la inmensa variedad de sustancias distintas que se presentan en la naturaleza. Esta idea de multiplicidad e interacción está también en el proyecto SOSTierra:  del espacio local al global: un barrio a organizaciones y poderes internacionales. El lugar de encuentro en Buenos Aires es el Parque Ecológico Provincial Hudson, pero no es visto como único sino como punto de partida, también propone hacer eventos en espacios que influyen en el deterioro del medio ambiente, como organizaciones, empresas nacionales y multinacionales.

La expresión más recurrente es la acción e intervenciones fugaces en el entorno. No hay alta tecnología involucrada, sencillamente un diálogo respetuoso con el entorno, un ritual de encuentro con lo esencial.

Dedicamos este doble número a esta propuesta artística que ya tiene tres ediciones y que se propone seguir en desarrollo. Iniciamos este número con el diario del proyecto que ha escrito Daniel. Martín F Yriart ….
http://issuu.com/acostatierra/docs/sostierra_revista_07_heterogenesis
http://www.heterogenesis.com/SOSTierra.htm

Ximena Narea, Directora de revista: Heterogénesis (Suecia)

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